
Siempre que se juega rugby y se hace eco de los valores que envuelven a este bendito deporte se hace desde un punto de vista totalmente competitivo. El enorme esfuerzo que conlleva la práctica del oval hace que lo des todo en el campo y sólo desees la victoria en cada ruck, melé, touch o placaje. Yo como uno más de los fieles tambíén lo veía así en cualquiera de las competiciones, categorías y formatos que había presentado hasta el momento. Pero como todo en la vida llega el prisma que te hace cambiar la visión de las cosas. Ese prisma fue el partido que disputaron los veteranos de Tartessos y Sevilla. Tres partes de veinte minutos, un chaparrón de categoría, las melés pactadas, cambios ilimitados, dos cabezas parcialmente abiertas y un par de cientos o tres de cerveza. ¿ no digo nada de resultados ? No, porque aunque ganó Sevilla, que son tope gama, aquí ganó el rugby, el deporte, el bienestar, las historias, el fin de semana de desconecte, el rato en el paraíso donde el niño eres tú. De entre todas las imágenes de la jornada me quedo con la de mi amigo Papichulo, creo que hacía unos tres años que no se calzaba las medias. Quitando esta debilidad destacar el nivel de los jugadores sevillanos. Si no fuera por las calvas y arrugas técnicamente y tácticamente no tienen nada que envidiar a los mejores profesionales de la materia. En el tema de organización gratamente encontré a féminas, cadetes, senior, a nuestro querido Francisco Rivero dirigiendo el encuentro que me dijo que se quería retirar aunque mientras pueda lo mantendré en activo para mis "rugbyteques"
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Papi pasando uno de los dos balones que tocó.
Sólo lamenté las grandes ausencias de Juárez, Parralo, Rafa Gordillo, Galopatri o cualquiera del mítico Laboro del que nadie se presentó a excepción del maratoniano Pedrote. En cambio si estuvieron Narciso, Montesinos, Antón, Tete, Saez o Ricardo. Para acabar quiero hacer una ención especial a nuestro querido entrenador argentino Patricio, el Pato. Su humildad me desconcierta. Y a Charly pura energía y bondad. Dos grandes . |
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